
El desarrollo sostenible se basa en el crecimiento con una mirada social, ambiental y económica. El claro ejemplo en Rafaela ha sido el trabajo de las Cooperativas de Recicladores Urbanos. Su progreso constante, el acompañamiento del Estado, la correcta separación en origen y el aporte de los grandes generadores son algunas de las claves. La productividad de la Planta de Recupero llegó a ser una de las más altas del país en relación a los ingresos de material, cantidad de personas que allí trabajan y porcentaje de rechazo. Es decir, gran cantidad de residuos que no se entierra en las celdas del relleno sanitario.







